Georges y Anne son un matrimonio en sus ochenta. Retirados ya de sus
respectivas carreras musicales, viven plácidamente en París. Un día Anne sufre
un infarto y un lado de su cuerpo queda paralizado. Aunque ella no quiera
reconocerlo, necesita la ayuda de Georges que se desvive por ella. El amor que
comparten se verá puesto a prueba delante de esta nueva situación.
Uf! Es dura, realmente dura. Es imposible verla y no pensar
en tus abuelos, o en cualquier persona mayor. Es de esas películas que te tocan
el corazón y que al terminar te dejan triste y pensativo. Nos habla de la
vejez, de la enfermada y de la muerte de una manera muy honesta, muy directa.
Triste sí, pero también bonita. Y es que es una película muy
bonita porqué habla de un amor muy fuerte y te presenta a unos personajes
adorables. Georges y Anne se quieren, se adoran. Son de esas personas que
llevan tantos años viviendo juntos y compartiendo todo que casi parecen la
misma persona. Y eso en la película se ve reflejado gracias a las actuaciones magníficas
de Jean-Louis
Trintignant i Emmanuelle
Riva.
El problema de la película, es que es muy, muy pero que muy
lenta! Es la peor parte, esta lentitud al explicar la historia. Que quizás es
el tempo necesario para explicarlo pero es que llega a hacerse pesada en
algunas ocasiones. Eso de enfocar una habitación vacía mientras se oye de fondo
un piano, vale, pero sin abusar.
En conclusión, es una bonita historia de amor, pero
demasiado triste (y lenta!!!).
Georges: Nothing, presumably.”
2 comentaris:
Sabes en lo que me he fijado? En la cantidad de agua que gastan. xD
hahahaha toda la razón!!! Vaya factura! :O
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