Forbidden Planet es una autentica maravilla y a la vez un rato tostón. Estas dos declaraciones pueden convivir juntas y en perfecta armonía.
La maravilla viene por sus defectos especiales marca años 50 o menos. Esos auténticos platillos volantes a los que lo único que les falta es el cordoncito, esos robots que se notan a mil leguas (de viaje en platillo) que son disfraces, esas pistolas láseres que tanto me gustan y esa tipografía sacada de un comic… ese conjunto retrovintagecincuentero (o como se quiera llamar), la convierten en una obra de arte. Ah y ese Leslie Nielsen todo joven y guaperas.
No tengo ni una sola pega que ponerle a todo ello. Soy fan y refan de esa estética a lo Supersónicos. Si en su época fue un taquillazo lo entiendo, el problema viene cuando te paras en la historia y en como se desarrolla.
La clave de por qué pide Morbius que se alejen de él es lo que hace eterna la película. Los otros elementos como el robot (que luego se haria conocido y saldría en otras películas y series), y el romance de la chica (siempre hay una chica) con el capitán no la hacen menos eterna.
Mi recomendación es verla y disfrutar de lo que he escrito en el segundo párrafo. Si muchos lo hemos hecho con Doctor Who, lo podemos hacer con la gran (aunque tostoncilla) Forbidden Planet.
0 comentaris:
Publica un comentari a l'entrada