El cine indie se caracteriza por situaciones cotidianas, bandas sonoras también indies (y por lo general buenas) y finales que pueden no ser satisfactorios.
Podría quedar como la típica peli del adolescente retraído que se acaba convirtiendo en el más popular, y es algo así, pero llevado de otra manera. Esa seria una buena forma de verlo, esta película la hemos podido ver en otras y siempre tratada igual, aquí no.
Tenemos al adolescente de baja autoestima (Liam James), la chica (AnnaSophia Robb), el malo que en este caso es el padrastro (Steve Carell) y el gran apoyo del protagonista (Sam Rockwell). Todas son escenas sacadas de la realidad con ese punto de ficción que nos ofrece el cine y que hace sacarte una sonrisa e incluso una lagrima. Si, para que mentir, me ha ocurrido.
Aquí quién te llega al corazón además de Duncan y la estupenda interpretación de Liam James es Owen. El personaje del maravilloso y adorado Sam Rockwell es lo que tendríamos que ser todos, aunque también os digo que pasar un mes con él debe cargar un poco, ejem.
Quién nos sorprende con un papel totalmente diferente es Steve Carell y eso también merece un aplauso.
Además de los actores que ya he mencionado tenemos a Amanda Peet o las queridas Allison Janney, Toni Collette y Maya Rudolph.
Por cierto, uno de los directores y guionistas es Jim Rash, el fabuloso Decano de Community que después de The Descendants nos vuelve a sorprender.
Solo me queda deciros que amo mucho a Sam Rockwell y también a Jim Rash, y que si me cruzo a este último le daré un abrazo. El camino de vuelta (The Way Way Back) es de esas películas que habría que tener siempre al lado para ver en los momentos bajos o para compartir en cualquier momento.
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