RIO

Blu es un guacamayo, original de Río, que vive plácidamente en Minnesota después de llegar ahí por accidente cuando era solo un polluelo. Blu vive con Linda, su dueña y amiga, que lo mima y lo cuida como a un hijo.  Ellos creen que Blue es el único de su especie que queda con vida, pero en Río hay una hembra de nombre Perla. Deciden entonces emprender un viaje hasta Río para que Blue y Perla puedan procrear y conseguir que la especie no muera. Pero no todo saldrá según lo planeado y Blue y Perla son secuestrados. A partir de ése momento, deben luchar para sobrevivir y escapar, pero, ¿cómo lo harán si Blue no sabe volar?

“Tienes que ver Río”, “Has visto Río, ya?”, “Tienes que verla!” y así unas cuantas veces más. Mi amiga Esther no paraba de decirme que la viera, y al final seguí su consejo y la vi. ¿Y que puedo decir? Que tenía razón, tenía que verla porqué me gustó mucho! No estamos delante la película del año, pero es una buena película que consigue entretener, hacer reír, intrigarte y hacerte emocionar. Es una buena mezcla que hace que pases un muy buen rato.

Al estar ambientada en Río de Janeiro la película está llena de color y música. Vemos a centenares de aves de todos los colores y formas, y con el trasfondo del Carnaval, no paramos de oír música. La samba no falta en Río y la película ofrece varios momentos de eso que podemos llamar “minutos musicales” que te sacan una sonrisa. Lo queramos o no, ésa alegría que transmite se contagia.

Los personajes están bien definidos, vemos claramente los diferentes estilos de vida y por tanto los diferentes caracteres. Y aunque eso provoque un choque al inicio, poco a poco evoluciona y las relaciones maduran. Así vamos evolucionando al mismo tiempo que evoluciona Blu. Descubrimos cosas, aprendemos cosas etc. Es una buena manera de meterte en la historia, te cuentan cómo vive Blu, plácidamente, en su jaula, y de repente nos rompen los esquemas y la cosa cambia por completo.

Además de la historia de Blu, también tenemos historia de “carne y hueso” cuando Linda conoce a Tulio, el ornitólogo que le explica la importancia del viaje a Río para que la especie no muera. Con todo lo que ocurre con Blu y Perla, su relación también evoluciona y sus dos maneras de ser tan distintas ofrecen grandes momentos. 

Al fin y al cabo es una aventura, mejor o pero contada, pero es una buena aventura. Y aunque que quizás podríamos esperar una poco más de comedia, cumple con su objetivo: hacernos pasar un buen rato.

¿Queréis pasarlo? Yo de vosotros me iría a visitar Río con Blu ;)

  

"Yes. I can't fly, I pick my beak, and once in a while I pee in the birdbath!"